Acichando leonesismos

Gracias a Elena, a Cris, a David, a Miguel Ángel, a Marga, a Henar, a Marti, a Cuna, a las Catalinas, a Pili y a José María

Este puente del Pilar, en vez de irme al reino de Aragón, como mandan las buenas maneras, lo he pasado en el de León, por llevar un poco la contraria, OBVIO. Ya saben ustedes a lo que me dedico cuando viajo, así que no se lo repito. Como voy a estar las próximas semanas recorriéndome la mitad norte de la Península, he pensado en ir dejando por aquí una palabra por cada pueblo que visite. Que compartir es vivir. Dicen.

Este fin de semana me han acogido en tres pueblos y en todos se han esforzado por recordar esas palabras que los diferencian de pueblos cercanos o que están a punto de perderse. En Albires, pegandito con Valladolid, no se resfrían, sino que cogen romaízo (la RAE incluye romadizo, que significa ‘constipado de nariz’, y si le hacemos caso, resulta que uno puede incluso romadizarse como se descuide). En Quintanilla de Rueda, ya cerca de Cistierna, el sol no les deslumbra o les molesta, sino que les da pena, expresión que conserva el significado de pena de ‘dolor’, frente al ahora más habitual de ‘tristeza’ o ‘lástima’. Y en Turcia, a orillas del Órvigo, delingan los árboles para hacer caer sus frutos (en vez de varearlos, que es lo más habitual). Delingar existe también en gallego, con el significado, bastante menos específico, de ‘soltar’. Ahora mismito es tiempo de delingar las nueces, por cierto, como esas tan ricas que están ahí soleándose…

¿Habíais oído algunas de estas palabras? ¿Cuáles son esas palabras que solo se dicen en vuestra región, en vuestro pueblo o, incluso, en vuestra familia?

8 comentarios en “Acichando leonesismos

  1. Hola Carlota:
    Me llamo Lydia y te sigo desde hace tiempo desde Bélgica, donde vivo y trabajo desde hace seis años (por cierto, que mi jefe es el profesor Bert Cornillie, a quien conociste en el congreso de Cádiz, si ees que el mundo es un pañuelo). También me licencié en hispánicas y, como a ti, me apasiona el lenguaje, aunque yo siempre pensé que tiraría por literatura, qué cosas.
    En fin, te escribo no para contarte mi vida, sino para hablarte de dos palabras que se utiliza en mi familia, acuñadas por una de mis hermanas cuando era un moco de 3 o 4 años. Se las inventó ella solita, y desde entonces son la que utilizamos mis padres, hermanos y hasta mi marido, que es belga, no te lo pierdas. Siguiendo con esta tradición, hasta mi hijo mayor, bilingüe español/neerlandés utiliza una de ellas, es una pasada. La pequeña todavía no, porque todavía está en fase de balbuceo, pero todo llegará.
    Al grano: se trata de «cañajo» y «borrete». Ni idea de qué pueden significar, ¿verdad? La primera es «pizco, mota, algo pequeñito que se te mete en el ojo» y la segunda es eructo. Francamente, la invención de mi hermana me suena mil veces mejor, hasta menos grosera, y es esta la que mi marido y mi hijo se han aprendido, je,je.
    Mis padres cuentan orgullosos a todo el que quiera oírlo cómo, cuándo y dónde se inventó mi hermana estas palabras, pero tampoco es plan de dar la paliza con la historia. Con la belleza y, sobre todo, enorme utilidad de estas dos palabras inventadas y usadas en familia, te dejo un buen regalito, creo yo.

    Un abrazo y felicidades por el blog!

    Lydia

  2. Genial esta anécdota… Yo también prefiero «borrete» a eructo que, por cierto, de pequeño yo lo que oía era «iruto» así que para mí las personas «irutaban» en vez de «eructar» 🙂
    Lo de cañajo me parece una invención muy interesante y seguro que la historia de cómo tu hermana se inventó estas palabras debe ser interesantísima.
    Para volver al artículo, me ha encantado claro, como ya lo sabes Carlota… y más tratándose de una zona muy cercana a la de mi familia, pero no he oído nunca esas palabras y la pena es que yo no tenga una memoria lo suficientemente eficaz para acordarme de todas esas palabras que decían mis abuelos y que no pertenecen al léxico del español «estándar»…
    Un abrazo a ti y por cierto, si me lee Lydia, un abrazo para ti también y para Bert que yo también he tenido el gusto de conocer en Cádiz (aunque puede que él no se acuerde de mí).

  3. Te leo, te leo. Bert está ahora en el congreso de AELCO en Almería, pero el lunes sin falta le doy recuerdos de tu parte.
    Y cómo me alegro de que borrete y cañajo tengan éxito, tendré que contárselo a mi hermana, que ando por ahí difundiendo (aún más) sus invenciones 😉

  4. Hola a los dos:

    ¡Encantada de conocerte virtualmente, Lydia! Sí que es pequeño el mundo, desde luego… Me gustan mucho tus dos palabras, «borrete» es mucho más amigable que eructo, la verdad… Pero es que lo de «cañajo» me apasiona, ¡es utilísima! En vez de el famoso «¡Se me ha metido algo en el ojo!» es mucho mejor poder gritar «¡Un cañajo, un cañajo!» Dile a tu hermana que en Madrid hay alguien intentando difundirla… En cuanto la metamos en un par de textos literarios, ¡la mandamos a la RAE! ;D

    Besos y recuerdos para todos (Bert incluido, por supuesto).

  5. El hijo de unos amigos míos se inventó, cuando era pequeño, una palabra que me encanta porque es de lo más descriptiva: cuellar. Ej, no me pongas esta camisa que me cuella.
    Besos a todos

  6. Podeis decirme si habéis oído la palabra FEDER. Y q significa. M abuelo la usaba como ( hacer, trabajar , no parar)
    Se le puede decir a un niño q no para de FEDER,( no para un momento, q esta siempre haciendo algo por el medio y molestando.

    Tam bien usaba la palabra rebueldo para referirse a eructo.

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