La publicación de la última edición de la RAE ha causado indignación en el pueblo gitano. La Academia ha eliminado la que era la cuarta acepción de gitano en la 22ª edición del diccionario («Que estafa u obra con engaño«), pero ha añadido una nueva, la quinta en esta 23ª edición, que reza «Trapacero«.
La Asociación de Gitanas Feministas por la Diversidad ha pedido a la RAE que elimine está acepción, por considerar que es racista y que la Academia legitima este racismo al incluirla en su diccionario.
Entiendo gran parte de esta indignación. Intento no ser racista (y sí, digo intento, porque hemos nacido en un mundo racista, que nos ha dado concepciones racistas sin que lo hayamos pedido). Pero en este caso creo que la indignación está mal canalizada. Me explico.
¿Es racista la definición de gitano de la RAE?
No.
La definición no es racista, pues no atribuye esos comportamientos al colectivo gitano. Es una definición impecable desde el punto de vista lexicográfico: utiliza un adjetivo sinónimo para definir otro adjetivo. Y ya. Nada más.
Lo que es racista es el origen de esa acepción de gitano, una asociación de ideas evidentemente racista, igual que lo es la sociedad en la que nació. Una sociedad que ha considerado tradicionalmente que los gitanos estafan, roban y engañan y que ha utilizado el término para llamar al estafador, al engañador y al timador.
Creo que se ve muy claro que la definición actual de gitano no es racista si la comparan con la del Diccionario de Autoridades, el primer diccionario académico. Con su ejemplico ejemplar de Cervantes y todo.
(Perdonen, pero no me resisto a hacer un excurso para mostrarles mi definición cargada ideológicamente favorita del Diccionario de Autoridades.) Con todos ustedes, desde 1732 y a cuerpo cinco veces más grande que el resto:
¿Legitima la RAE este uso racista de la palabra gitano?
La respuesta vuelve a ser no, pero es más difícil de entender, porque mucha gente tiene ideas algo equivocadas acerca de cómo funciona el diccionario. Lo he dicho y lo diré innumerables veces: la RAE no acepta palabras ni usos de las palabras, sino que recoge palabras y usos ya extendidos. Que una palabra no esté en el DRAE no significa que la RAE esté en contra de su uso y que una palabra esté en el DRAE no significa que defienda su uso. Ni la RAE se arroga esa competencia ni tendría nunca esa capacidad de influencia en los hablantes, aunque lo intentara.
Esto explica dos cosas. La primera, que gitano pasó a significar ‘estafador, trapacero’, etc. antes de que la RAE recogiera ese uso y, por lo tanto, nadie necesitó de la legitimación de la Academia para utilizarlo en primer lugar. La segunda, que seguramente casi nadie que haya utilizado alguna vez gitano con ese significado ha consultado el diccionario para saber si lo hacía con el beneplácito de la RAE. Lo ha usado porque lo ha oído. Porque, como hablante nativo, sabe que existe y se usa. Sabe que es español.
¿No sería mejor quitar esta definición del DRAE?
Pues, en mi opinión, tampoco. Para empezar, quitar la definición de la RAE no va a hacer que nadie deje de utilizar esta acepción de gitano, por lo dicho anteriormente. Como ocurre con TODAS las palabras, su significado no depende de lo que diga la RAE (que se lo digan a plausible), sino de los hablantes. Igual que nadie insulta a alguien llamándole gitano tras consultar el DRAE, nadie va a dejar de hacerlo tras consultar el DRAE.
Por otro lado, y esto ya son cosas mías, a mí me parece que borrar esa acepción sería mentir terriblemente. Aunque no es el objetivo de la RAE, el diccionario (cualquiera, en realidad) tiene un valor añadido: el de retratar a la sociedad hispanohablante —por cuanto describe las palabras que retratan a esta—. Podríamos quitar esta definición de gitano, o eliminar judiada o maricón. Podríamos eliminar la acepción de ‘prostituta’ de zorra y la de ‘hombre astuto’ de zorro. Pero eso no nos convertirá en una sociedad menos racista, homófoba o sexista, sino que extenderá un velo que tape nuestras vergüenzas, aunque estas seguirán ahí. Es puro maquillaje. Y mentira. Me recuerda un poco a lo de llamar a Franco valeroso y moderado, por ejemplo. O a lo de que hay cosas sobre las que no se habla.
La cuarta (o quinta en la nueva edición) definición de la RAE no dice nada de los gitanos, pero sí dice algo del racismo de nuestra sociedad. Si bien no estoy segura de que toda persona que utilice la palabra gitano con este significado esté siendo necesariamente racista (sino que puede estar emplendo una palabra con un uso ya tradicional, igual que el que dice le engañaron como a un chino no es necesariamente racista contra los chinos), sí estoy bastante segura de que este uso prorroga el pensamiento racista de nuestra sociedad contra los gitanos. Igual que utilizar como una chica como sinónimo de ‘mal’ hace esto:
Pero, para mi gusto, quitar esa acepcion del DRAE no solucionaría nada. Lo mejor a lo que podemos aspirar, me parece, es a que pronto haya que añadirle la marca «desus.«, ‘desusado’. Entonces la definición diría otra cosa: diría que fuimos racistas, pero que ya lo somos un poco menos.
Claro, que para eso tendríamos que dejar de serlo. Hale, ya me he puesto dramática.